La válvula mitral es una de las cuatro válvulas que tiene el corazón. Su función es abrirse para permitir el paso de la sangre desde la aurícula izquierda al ventrículo izquierdo, y cerrarse cuando el ventrículo izquierdo se contrae para bombear la sangre por la aorta hacia el todo el organismo.
Ese movimiento de abertura y cierre debe ser perfecto y realizarse de forma sincronizada con el ciclo cardiaco, puesto que el corazón de llena y se vacía entre 60 y 100 veces por minuto, millones de veces durante la vida de una persona.
La válvula mitral es una estructura compleja que consta de 4 elementos principales; los velos o compuertas ( uno posterior y otro anterior), el anillo mitral que sujeta esos velos, las cuerdas tendinosas que sujetan los velos para que no se muevan más de lo necesario, y los músculos papilares ( hay 2) de la pared del ventrículo izquierdo.

De forma sencilla, podría describirse la válvula mitral como dos grandes paracaídas, uno posterior y otro anterior. Cuando el corazón late, las cuerdas del paracaídas se tensan y el movimiento de los velos ( la parte blanca del paracaídas) es libre hasta que ambos se tocan y cierran el orificio mitral, no dejando escapar la sangre hacía atrás.

Cuando la válvula mitral no cierra correctamente, una parte de la sangre del ventrículo izquierdo no se expulsa hacia adelante, sino que – de forma retrógrada – se dirige hacia la aurícula izquierda y los pulmones, para volver de nuevo al ventrículo izquierdo determinando una sobrecarga de volumen en cada latido. En esos casos hablamos de INSUFICIENCIA VALVULAR MITRAL o REGURGITACIÓN VALVULAR MITRAL.

Si el volumen de sangre que se escapa de forma retrógrada es importante ( INSUFICIENCIA MITRAL SEVERA) , el paciente empieza a experimentar dificultad para respirar al caminar ( especialmente en subidas), cansancio, taquicardia y arritmias e incluso hinchazón y edemas de los pies.
La insuficiencia mitral severa puede aparecer en pacientes jóvenes y también en pacientes de edad avanzada, y es más frecuente a partir de los 70 años de edad.
En ambos casos, la causa es una alteración degenerativa del tejido que forma la válvula mitral, que se manifiesta como un aumento del tamaño de las valvas, una elongación o ruptura de una o más cuerdas tendinosas, y una dilatación o ensanchamiento del anillo mitral. El resultado es lo que llamamos PROLAPSO DE LA VÁLVULA MITRAL.
El prolapso de la válvula mitral simplemente indica que existe un exceso de movimiento de alguno de los dos velos ( o de ambos) de la válvula mitral, de forma que no existe un cierre o coaptación adecuada de esa válvula, y una parte de la sangre que expulsa el ventrículo izquierdo al latir, se escapa de forma retrógrada entre ellas.

En los pacientes jóvenes, es más frecuente encontrar formas más extensas de patología, con afectación de ambos velos o de varias zonas diferentes de un mismo velo. Es lo que se denomina Enfermedad de Barlow.
Es muy importante poder controlar el problema de forma precoz, antes de que el corazón se dilate y pierda fuerza de contracción, o de que aparezcan arritmias u otras complicaciones.
La mala noticia es que, en la gran mayoría de los casos, la solución del problema es una operación cardiaca. La buena noticia es que en casi el 100% de los casos podremos reparar esa válvula que no cierra bien, con un riesgo muy bajo ( menor del 1%) y mediante técnicas de cirugía mínimamente invasiva ( pequeña incisión de 7-8 cm en el costado derecho del tórax) que permiten una rápida recuperación.
La reparación de la válvula mitral, evitando tener que cambiarla por una prótesis artificial, tiene ventajas incuestionables:
- Mantenemos la propia válvula del paciente funcionando de forma correcta
- Evitamos tener que implantar una prótesis artificial y por tanto, evitamos tener que tomar anticoagulantes ( Sintrom Ò) de por vida.
- Se preserva mejor la arquitectura del corazón
- Es más resistente a la infección
- El corazón se recupera más rápidamente
- El paciente se recupera más rápidamente
En la actualidad, la reparación de la válvula mitral es el tratamiento de elección y debe evitarse al máximo la sustitución por una prótesis artificial. Para ello es necesario contar con equipos bien entrenados y con amplia experiencia en este tipo de intervenciones, que aseguren una reparación perfecta y duradera en el tiempo.
¿ Cómo reparamos una válvula mitral que no cierra correctamente ?
Tal como comentábamos antes, la insuficiencia mitral de causa degenerativa siempre tiene como lesiones características un prolapso de uno o ambos velos ( por ruptura o elongación de cuerdas tendinosas) y una dilatación del anillo mitral nativo.(En la figura 5 vemos un ejemplo de prolapso del velo posterior por ruptura de una cuerda principal).

Los objetivos de la reparación serán la restauración del movimiento normal de los velos con una buena superficie de coaptación en sístole y la remodelación del anillo mediante una anuloplastia con un anillo .
Para facilitar esas reparaciones, en los últimos 15 años, utilizamos cuerdas artificiales de goretex o neocuerdas que se han convertido en un elemento fundamental. Hoy día, cualquier insuficiencia mitral degenerativa puede repararse utilzando neocuerdas siguiendo la filosofía de respetar al máximo el tejido.

En el Servicio de Cirugía cardiaca de CM Teknon tenemos una gran experiencia en la reparación de la válvula mitral a lo largo de los últimos 20 años y nos hemos convertido en un referente nacional e internacional.
En la actualidad, reparamos casi el 100% de las insuficiencias de la válvula mitral, con los mejores resultados, una tasa muy baja de complicaciones y en la mayoría de los casos, mediante un abordaje de cirugía mini-invasiva.
¿ Por qué son importantes las técnicas mínimamente invasivas en la cirugía mitral ?
Con las técnicas de cirugía mínimamente invasivas, la incisión se limita a unos 7-8 cm en la parte lateral derecha del tórax, y no es necesario abrir el esternón. Las ventajas de esta forma de abordaje son unas menor agresión de los tejidos, menor sangrado, menor dolor postoperatorio y una más rápida recuperación del paciente.
La gran mayoría de los pacientes operados de reparación mitral mediante técnica mini-invasiva tienen una estancia hospitalaria de 6-7 días y una recuperación progresiva y satisfactoria en un mes, pudiendo volver a una vida normal , plena y activa, y sin tratamiento anticoagulante.
Enlaces de interés:
https://www.elsevier.es/es-revista-cirugia-cardiovascular-358-pdf-X1134009613959928
https://www.msmc.com/cardiologia/mitral-valve-repair-surger/